Las plagas no solo dañan las hojas y tallos de tus plantas; también pueden interferir con el crecimiento, reducir la calidad de los cogollos y, en casos extremos, destruir todo el cultivo. Los insectos como pulgones, araña roja, trips y orugas son enemigos comúnes, mientras que hongos como el oídio y la botrytis también pueden aparecer si las condiciones son favorables.
Un manejo preventivo no solo ahorra tiempo y dinero, sino que también asegura un cultivo más saludable y una cosecha de alta calidad.
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