Como sabrán, la luz y la temperatura son los dos factores más importantes que debemos cuidar para asegurar un buen desarrollo de las plantas. Es por eso que en general se recomienda comenzar el cultivo cuando las condiciones climáticas ya se han vuelto un poco más “agradables”, es decir, cuando el frío ha dejado de ser una amenaza.
Al sur del Ecuador, este período comienza entre el 21 y el 23 de septiembre y se extiende hasta el equinoccio de verano, que puede suceder entre el 20 y el 23 de diciembre, son los días con mayor cantidad de luz y marca la etapa de crecimiento de la planta.
Una vez que comenzado el verano, se producirá una reducción gradual en la cantidad de luz, dando paso al período de floración. Este ciclo de la naturaleza se repite cada año y permite asegurar la reproducción de las plantas.
En el hemisferio norte, las condiciones se verán alteradas por el desplazamiento de las estaciones, por lo que debemos tener en cuenta que lo que sucede sobre el Ecuador, es todo lo contrario a lo que experimentaremos en nuestras tierras.
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