Probablemente ya has escuchado hablar de las variedades sativas, con sus hojas delgadas y efecto psicodélico, o de las indicas, con sus hojas gruesas y efecto relajante. Estas son las variedades más comunes de marihuana, y la mayoría de lo que todos fumamos son mezclas entre estas.
Pero hace algunos años se encontró en siberia una tercera subespecie de cannabis, llamada Rudelaris. Esta casi no produce THC (por ende, no vuela), tiene un tamaño muy pequeño, y su principal característica es que no depende de las horas luz/oscuridad para entrar en floración, es decir, NO son fotodependientes.
Los genetistas dedicados a la marihuana comenzaron a realizar cruzas entre ejemplares de Rudelaris y variedades tradicionales Sativas e Indicas, hasta lograr nuevas variedades, como podrán ver en este catálogo, con una buena concentración de THC (estas si vuelan), pero con un tamaño compacto, y por supuesto, con una floración totalmente independiente del fotoperiodo. Además, están listas para la cosecha en mucho menos tiempo.
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