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Las semillas autoflorecientes o automáticas florecen independientemente de las hrhoras de luz que reciban. Esto significa que las plantas no están determinadas por algún fotoperiodo para florecer. En vez de eso, florecen al alcanzar cierta edad. Esta es una gran ventaja por sobre las semillas que responden a un fotoperiodo para su florecimiento. Esta ventaja le ha otorgado una gran popularidad y a pesar de ser nuevas en el mercado, estas tienen su historia.
Origen
El secreto de las semillas automáticas está en su genética. En su composición genética es necesaria la presencia de un gen de la “Cannabis Ruderalis”.
Esta cannabis proviene de Europa oriental y central, donde puede crecer salvaje y espontáneamente. En la actualidad se la puede encontrar también en Canada y los Estados Unidos. Su nombre viene del alemán, y significa “que crece al lado del camino” y pertenece a una subcategoría de las sativa principalmente.
El ambiente de origen de la Ruderalis es diferente donde usualmente crecen las plantas de marihuana, en ambientes húmedos y soleados. Europa central y oriental tienen veranos cortos e inviernos largos, las temperaturas son bajas y las horas de luz pocas. Es por esto que la planta evolucionó, para su supervivencia, a una floración más temprana y rápida.
Este tipo de semilla ha tenido un uso antiquísimo en la cultura mongola y rusa, principalmente asociado a la medicina.
Semilla automática moderna.
Fue en Canadá, durante los 70s y 80s, que algunos comenzaron a experimentar con la ruderalia. Lo que se hizo fue cruzar las cannabis sativas e indica con ruderalis, de manera que las primeras tuvieran características de las segundas y a la inversa. El éxito fue relativo, pero sentó las bases para futuras investigaciones.
Estabilización
La semilla que fue producto de las primeras investigaciones en Canadá eran inestables y no muy fuertes. Esto cambió cuando la marca “The joint doctor” produjo una cepa estable y efectiva pero con un gran impacto mediano en el mercado. El resultado no tenía el sabor y efecto que a la gente le gustaba.
Los primeros resultados provocaron la difusión de una serie de mitos que duran hasta hoy. Por ejemplo, la idea que la volada de las plantas automáticas es menor a las que no lo son. Este mito se origina en que efectivamente en sus orígenes no era tan potente el efecto, puesto que la interacción entre diferentes genes aún no estaba totalmente clara. Pero mucha agua ha pasado bajo el río y hoy no existe diferencia en el efecto de las automáticas.
Lo mismo se aplica al sabor de estas: en un principio efectivamente era diferente, pero con el tiempo se ha logrado igualar el sabor de forma tal que es indistinguible.
Bancos de semillas
Hoy en día la industria de la semillas automáticas vive su mejor momento. Bancos de semillas se han especializado en desarrollar mejores y más variadas versiones de semillas automáticas
Un ejemplo paradigmático de estos bancos es el de Fast Buds. Esta compañía supo ver el potencial de las semillas automáticas muy tempranamente. Creada en Estados Unidos pero radicada en España, Fast Buds lleva más de 10 años desarrollando este rubro específico. Destacan el rigor con que han creado sus semillas, que se ve representado en sus famosas Girl Scout Cookies,Weeding Cheesecake Auto y Forbiden Runtz Auto.
Y por supuesto no podría faltar la presencia de los holandeses en la industria. DNA Genetics también lleva un buen tiempo desarrollando semillas automáticas de renombre que no podemos dejar de mencionar. Cepas como L.A. Confidential, Kosher Kush o OG Kush.
En Notorious nos hemos encargado de tener una buena propuesta de semillas automáticas que recoge lo mejor del enorme avance tecnológico de este producto.
Fuente: https://www.dinafem.org/en/blog/history-of-autoflowering-seeds/
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