En los últimos años, la ansiedad se volvió tema de sobremesa. Todos la mencionan: en la pega, en la micro, en los grupos de WhatsApp. No es casualidad. En Chile, uno de cada cuatro adultos reconoce haber pasado por un episodio de ansiedad o angustia el último año. Y claro, cuando el cuerpo no descansa y la mente no para, empezamos a buscar salidas más naturales.
Ahí aparece el cannabis. Algunos lo prueban por curiosidad; otros, porque ya no quieren depender de pastillas. Pero no todos los efectos son iguales. Lo que a uno le relaja, a otro lo puede poner más nervioso. En este artículo te contamos por qué pasa eso, qué dice la ciencia y cómo elegir cepas que realmente ayuden a bajar las revoluciones.
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