Se acerca el día de la madre y nosotros solo podemos pensar en ella, la madre de todas las plantas. Si estás planeando cultivar tu propia cannabis, esta aventura será una experiencia emocionante y gratificante, tal como si fuera un hijo. Porque se trata de un aprendizaje que se logra día a día, experimentando y equivocándose. No hay de otra. Y una de las cosas que se aprende con esta práctica es la importancia del cuidado a la hora de clonar una planta. Una planta madre que engendre hijos tan perfectos como ella. Hoy te contaremos sobre cómo escoger una planta madre y cuidar sus clones.

Solo ventajas

En términos de Star Wars, es como Jango Fett. Es decir, una madre es un ejemplar con todas las características que quisiéramos repetir en una clonación. Porque así, preservando los rasgos deseados, obtienes un producto consistente a lo largo de múltiples generaciones. Haciendo clones de una madre con características ideales, es bueno porque también te ayuda en lo económico. Esto porque al tener una planta madre de cannabis, en lugar de comprar constantemente nuevas semillas o clones, obtienes un suministro continuo de esquejes. Y al clonar a partir de una fuente conocida y confiable, ahorras dinero y reduces el riesgo de introducir plagas o enfermedades de fuentes externas.

Pero hay más

También optimizas tu tiempo porque en lugar de comenzar desde cero en cada nuevo ciclo, puedes tomar esquejes de la planta madre y propagarlos en nuevas plantas. Esto reduce el tiempo necesario para la germinación y el crecimiento vegetativo, lo que permite una rotación más rápida y cosechas más frecuentes. Una planta madre, además, ofrece la oportunidad de observar y experimentar con diferentes técnicas de cultivo, como la poda, el entrenamiento y la optimización de nutrientes, sin arriesgar toda la cosecha. Y lo anterior cuenta mucho si lo que quieres es ser un maestro cultivador.

Todo parte por seleccionar bien

Para comenzar el proceso de clonación, elige una planta madre saludable y robusta. Busca rasgos deseables como un crecimiento vigoroso, alto rendimiento y resistencia a plagas y enfermedades. Es fundamental comenzar con una base genética sólida para lograr una clonación exitosa.

Equipamiento necesario

Y luego, para comenzar la clonación, reúne los siguientes suministros:

  • Herramientas de corte limpias y esterilizadas (bisturí, hoja de afeitar o tijeras afiladas).
  • Gel de clonación o hormonas enraizantes.
  • Medio de enraizamiento estéril (cubos de lana de roca, pastillas de turba o fibra de coco).
  • Macetas pequeñas o recipientes.
  • Domo de plástico transparente para mantener humedad.
  • Botella rociadora con agua limpia.
  • Luces de cultivo (fluorescentes, LED o CFL) o luz solar natural.
  • Bandeja de propagación o bandeja plana.

Preparación de la planta madre

Asegúrate de que la planta madre esté bien nutrida y adecuadamente regada uno o dos días antes de tomar los esquejes. Esto ayudará a promover la producción de clones saludables y vigorosos. Asegúrate de desinfectar tus manos y herramientas para minimizar el riesgo de introducir contaminantes.

Tomando los esquejes

Identifica ramas sanas y sin flores en la planta madre. Usando herramientas de corte estériles, haz un corte limpio y en ángulo justo debajo de un nudo (el área donde las hojas emergen del tallo). Cada esqueje debe tener alrededor de 4 a 6 pulgadas de largo, con al menos 2-3 conjuntos de hojas. 

También es necesario tratar los esquejes con hormonas de enraizamiento. Solo debes sumergir el extremo cortado de cada esqueje en una hormona de enraizamiento o gel de clonación. Estos productos contienen hormonas que estimulan el crecimiento de las raíces y aumentan las posibilidades de una clonación exitosa. Luego de ello, debes preparar el medio de enraizamiento. Escoge el medio (cubos de lana de roca, pastillas de turba o fibra de coco). Asegúrate de que el medio esté limpio y estéril para prevenir el crecimiento de patógenos.

Entorno adecuado

Coloca los clones enraizados en una bandeja de propagación o estación de clonación, manteniéndolos en un área cálida y bien iluminada con temperaturas alrededor de 21-24 °C. Mantén un alto nivel de humedad del 70 al 80% utilizando un domo de humedad o cubriendo la bandeja con una bolsa de plástico transparente.

Rocía los clones y el interior del domo de humedad o la bolsa de plástico con regularidad para evitar la pérdida de humedad. Controla los clones en busca de signos de estrés, como marchitamiento o decoloración, y haga ajustes si es necesario.

Finalmente, trasplantar

Después de 10-14 días, los clones deberían haber desarrollado raíces. Trasplántalas con cuidado a macetas más grandes o a un sistema hidropónico con un medio de cultivo adecuado. Dales una solución nutritiva equilibrada y aclimata los clones gradualmente a su nuevo entorno de cultivo.

Con paciencia y cuidado, tus clones crecerán idénticos a su madre y te darán los mejores cogollos.

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