En esta etapa la planta es capaz de crear nuevos tallos, raíces y hojas. Para lograr esto es necesario nitrógeno, potasio y fósforo. La falta de nitrógeno es frecuente aquí y se percibe a través del color de la planta.
La frecuencia de aplicación es de una vez a la semana. Es posible aplicar más en casos específicos que se perciba una desnutrición, pero debe ser poca y no sobrepasar lo recomendado por el fabricante.
Si el crecimiento es demasiado rápido, la planta pedirá más nutrientes. Por otra parte, si el crecimiento se detiene tempranamente, es mejor reducir el fertilizante y revisar que no haya moho en el sustrato.
Y algo muy importante: la sobre alimentación. Si las hojas adquieren un color verde oscuro y una punta amarilla, es probable que se haya sobrealimentado. Si esto llega a pasar es necesario lavar la tierra antes de fertilizar nuevamente.
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