¿Por qué debemos usar enraizantes?

Lo primero es lo primero: sin raíces sanas y fuertes no tendrás una planta sana y fuerte.  

Así de simple y categórico. Las raíces son como los cimientos de tu edificio llamado cannabis, si están débiles, no hay futuro posible. Una nutrida y saludable raíz asegura más y mejores flores. Esto porque las raíces son las encargadas de absorber lo que toda planta necesita para crecer: agua, oxígeno y nutrientes. Con ellas es que la planta respira. Y este proceso es primordial para la creación de una molécula que transporta energía a toda la planta. Adenosín trifosfato se llama y se encarga de distribuir energía química obtenida del oxígeno. Sin oxígeno suficiente no hay energía suficiente para la planta. 

Raíces saludables

Si vas a plantar en tierra, asegúrate de varias cosas. Primero, el tamaño de la planta va de la mano con el espacio que las raíces disponen para crecer. Por eso es importante que te informes sobre la variedad que vas a cultivar y adquieras una maceta acorde a ello. Lo otro es que el sustrato, o sea el soporte donde crecerá tu planta, debe tener ciertas características. El sustrato no es lo mismo que el suelo. Este último hace referencia a un terreno, con características geológicas y ecológicas propias. El suelo donde se produce vino varía de zona en zona y por ende, varían las características del vino, por ejemplo.  

Suelo y sustrato

El sustrato en cambio es el soporte donde crecerá la planta (igual es tierra) y podemos escoger sus características de acuerdo a las necesidades de la planta. El mercado ofrece alternativas dependiendo del tipo de planta y crecimiento que queremos conseguir. Sus características físicas o químicas incidirán en el crecimiento de la planta. Si es más granulado, si le entra menos o más aire, si retiene más o menos agua, etc. Es en el sustrato donde las raíces viven y junto a la mayor cantidad de microorganismos por centímetro cuadrado. Ahí las raíces de la planta buscan extenderse. O buscan “colonizar” su espacio. Y su espacio es justamente el sustrato. Mientras ese espacio o sustrato se los permita, claro está.  

Cuidar el riego

Si está muy compacto o apretado el sustrato, las raíces encontrarán difícil expandirse o colonizar el sustrato. Durante las primeras semanas, las raíces crecen. A ese proceso se le llama expansión radicular. De una raíz central aparecen otras raíces secundarias y capilares, las cuales van expandiéndose en busca de nutrientes. Como están bajo tierra, el nutriente más importante, el oxígeno, lo obtienen del agua. Y aquí es donde debemos poner atención. La idea es buscar un equilibrio, la clave es ni mucha ni poca agua. Por lo mismo hay que poner ojo con el ciclo de riego durante todo el proceso. Esto significa que hay que dejar que la planta se seque de agua para volver a hidratarla. 

 

¿Por qué no mucha agua?

Las raíces siempre buscarán la humedad en el sustrato. Es decir, si hay mucha agua en él, las raíces evitarán expandirse. En cierta forma es como que pensaran para qué esforzarse en buscar agua si está aquí a la mano. Eso justamente limita el crecimiento de estas, y por ende, de la planta en general. Es como si la mal acostumbráramos a tener mucha agua a la vuelta de la esquina. La volvemos cómoda y no crece. Y ahí es donde entran los enraizantes. Lo que queremos es que la raíz sea lo más grande dentro de sus posibilidades, lleve nutrientes y haga crecer a la planta. Y eso, obviamente, redundará en más y mejores cogollos, asegurando una cosecha exitosa. 

Estimular la raíz

Como ya vimos, las raíces son los cimientos de tu edificio llamado cannabis. Con buenos cimientos (raíces) la arquitectura (planta y flores) tiene más posibilidades de ser grandiosa y abundante. Por el contrario, si la raíz falla, no hay forma de que lo demás venga bien. Para asegurarnos un gran crecimiento, se usan estimulantes radiculares. Estos pueden ser hongos benéficos o enraizantes. Estos últimos vienen en forma líquida y contienen hormonas de crecimiento y nutrientes. Si buscas, verás que el mercado es generoso y hay enraizantes con algas marinas hasta hongos benéficos combinado con bacterias. Todos muy fáciles de usar para quiénes se inician en el camino del autocultivo. Atrévete, lo peor que puede pasar es que aprendas un montón.  

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