Riego de plantas en cultivos cannábicos

Por supuesto ya lo sabes: el agua es un elemento esencial para el origen y preservación de absolutamente toda la vida en el planeta. Y tus plantas no son la excepción. Pero no basta saber que es fundamental, también hay que conocer la mejor manera de hidratar tus plantas. De esta forma ellas no solo sobreviven, sino que viven, y viven plenas para dar una buena producción de cogollos.  Aquí te dejamos unos tips para un buen riego de plantas en cultivo interior.

Es un común error de principiantes el ahogar las plantas con mucha agua, creyendo que mientras más agua mejor. Pero pasa que la planta saca oxígeno también de la tierra, y con exceso de agua ese conducto para respirar se obstruye y ahoga a la planta. Pero tampoco resulta especialmente fácil saber cuán hidratada está la planta: sus raíces no están expuestas, ni puedes saber exactamente que hay en la tierra.

Variables a considerar en el riego

Respecto del riego de plantas en cultivo interior, hay factores que hacen que la medida de agua para regar sea variable. Por un lado tienes el tamaño de la planta, que siendo más grande necesita más agua. Por otro lado, el clima y la temperatura ambiental afecta directamente la velocidad con la que la planta pierde agua. La temperatura ideal oscila entre los 20º y 30º centígrados, y ya dentro de este rango es variable cuán rápido se deshidrata la planta.

Por último, en distintos periodos de su crecimiento la planta necesita distintas cantidades de agua. Para la germinación necesita mucho menos que en su crecimiento una vez trasplantadas y luego en su periodo de floración.

Indicadores de hidratación

Hay ciertas señales que tu planta puede enviarte respecto de su hidratación. Una planta deshidratada tiene sus hojas más amarillas o cafés y se ven caídas. Es evidente la falta de fuerza y vida. Las plantas con demasiada agua también se ven caídas, pero esta vez el color de sus hojas adquieren un color verde oscuro y sus puntas curvadas.

En cualquier caso, hay una técnica milenaria para regar cualquier tipo de plantas, marihuana incluida, que sigue siendo efectiva. Esta consiste en meter el dedo en la tierra unos 2-4 cm: si está húmedo, no hay que regar, si está seco, hay que meterle agua. Con este método podrás establecer un calendario de riego midiendo cuánto se demora en secarse una cantidad específica de agua. Así en un par de semanas podrás lograr que tus plantas estén siempre lo suficientemente hidratadas.

Al momento de regar debes esperar a que la tierra absorba el agua completamente y repetir la acción un par de veces por planta. Aquí no hay más fórmula que prestar atención a las señales de deshidratación para saber si esa cantidad de agua es suficiente o no.

Drenaje

El procedimiento de drenaje es simple y no requiere gran ciencia durante la mayor parte del crecimiento de la planta. Consiste en asegurar al agua movimiento y flujo desde el macetero hacia afuera de este. Un agujero al final de la maceta es suficiente para dejar que el agua fluya, impidiendo tanto la podredumbre como la sobrehidratación. En cualquier caso, es necesario revisar que el drenaje se produzca de vez en cuando, ya que podría obstruirse accidentalmente.

Enjuague previo a la cosecha

El enjuague se refiere a dejar pasar agua a través de la tierra y por las raíces para que se lleven los nutrientes que ella (la tierra) tiene. En esta etapa no debes meterle más nutrientes a la planta, solo el agua. Haciendo esto la planta empieza a consumir aquellos nutrientes  que ella misma almacena, así  entra en un proceso más intenso de cargar con más material los cogollos. Además asegura la limpieza de los químicos contenidos en los fertilizantes usados en diferentes etapas del crecimiento.

El enjuague se hace en general una semana antes de la cosecha.

¿Qué agua usar?

Se suele pensar que cualquier agua debería funcionar para regar las plantas de marihuana o que el agua adecuada para humanos también lo hace. Lo cierto es que diferentes aguas tienen diferentes efectos en el crecimiento de la planta.

Veamos qué aguas podríamos usar y sus efectos en las plantas:

La alternativa que primero viene a la mente es usar el agua de la llave. Esta puede funcionar bien si se dan ciertas condiciones.  Las aguas del sistema público pueden variar de muy duras a blandas. Entonces hay que informarse o analizar el agua que sale de la llave para saber si es posible de usar. Si es muy dura, es decir, que tiene alta concentración de químicos (como cloro, calcio o magnesio) es mejor no usarla. Con una cantidad media de químicos no se mata necesariamente a la planta, pero sí afecta su rendimiento y el de la tierra.

Una técnica para limpiar algo el agua de la llave es dejarla reposar por 24-48 horas, de esta forma se evaporan los químicos nocivos y el agua queda más blanda.

La gran ventaja es que es agua barata y, una vez controlados los niveles de químicos, muy simple en su uso.

El agua embotellada es otra opción. Esta agua es pura y no está contaminada y cada vez hay más servicios de entrega a domicilio de esta agua a precios cada vez más accesibles. Sin embargo, es siempre más cara que la de la llave y no es amable con el medio ambiente, pues involucra plásticos y su transporte es ineficiente y contaminante.

Quizás la mejor opción para el intensivo de agua en el riego son los sistemas de filtración de osmosis inversa. Estos sistemas filtran el agua por una membrana, atrapando los contaminantes que esta pudiera tener. Conectado a alguna llave puedes sacar mucha cantidad de agua pura durante mucho tiempo, es amigable con el medio ambiente pues es duradero e involucra pocos residuos comparado con el agua embotellada.

Su única desventaja es el precio, que puede variar mucho según la calidad y marca de filtro que compres. Esta es una barrera importante para quienes no cuenten con muchos recursos para cultivos de pequeña escala.

En cualquier caso, todos estos métodos y datos es necesario siempre contrastarlos con nuestra propia experiencia en el cultivo. Llevar a cabo tu propia producción de marihuana es siempre una actividad que requiere paciencia, atención y cariño hacia tus plantas y sus procesos. Estas son seres vivos que, como uno, viven en un entorno nunca exactamente igual, por lo que establecer reglas generales infalibles no es posible.

Esperamos haberte aclarado las dudas que puedas tener respecto del riego de plantas en cultivo interior. ¡No dudes comentarnos tus experiencias de cultivo!

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