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Hola, cultivadores y entusiastas del cannabis. En el posteo de hoy queremos volver a un tema recurrente: ¿qué hacer con las hojas? Si para ti es importante aprovecharlas al máximo y darle un toque de cannabis a tus recetas, has llegado al lugar correcto. Hoy vamos a hablar de una receta cannábica: leche de marihuana. Te mostraremos cómo hacerla usando las hojas grandes de la planta. Así que prepárate, porque con esta técnica sencilla y efectiva llegarás a nuevas alturas en tus aventuras culinarias.
Antes de sumergirnos en el proceso, es importante tener en cuenta que las hojas grandes de cannabis contienen una concentración más baja de cannabinoides en comparación con los cogollos o los recortes. Sin embargo, aún poseen algunos compuestos beneficiosos, lo que las convierte en una gran adición a tu receta de leche de cannabis. A continuación lo que necesitarás.
Ingredientes
- 2 tazas de leche entera (preferiblemente con toda la grasa)
- 7-10 hojas grandes de cannabis (frescas o secas)
- 1 cucharadita de lecitina de girasol (opcional, pero recomendada)
Equipamiento
- Olla mediana
- Batidor o cuchara
- Colador de malla fina o paño de queso
- Recipiente hermético para almacenamiento
Ahora que tienes todo listo, vamos a empezar.
Paso 1: Preparando las hojas de cannabis
Comienza lavando bien las hojas para eliminar cualquier suciedad o contaminante. Si son frescas, sécalas con cuidado. Si están secas, no es necesario rehidratarlas. Simplemente desmenuza las hojas en trozos más pequeños para aumentar su superficie y facilitar una mejor infusión.
Paso 2: Infusiona la leche
Vierte la leche en la olla y agrega las hojas de cannabis. Si estás usando hojas secas, tritúralas un poco antes de añadirlas a la leche. Esto ayudará a liberar los aceites aromáticos y cannabinoides. Opcionalmente, puedes agregar una cucharadita de lecitina de girasol, que actúa como emulsionante y mejora la absorción de cannabinoides.
Paso 3: Calienta la mezcla
Vierte la leche en la olla y agrega las hojas de cannabis. Si estás usando hojas secas, tritúralas un poco antes de añadirlas a la leche. Esto ayudará a liberar los aceites aromáticos y cannabinoides. Opcionalmente, puedes agregar una cucharadita de lecitina de girasol, que actúa como emulsionante y mejora la absorción de cannabinoides.
Paso 4: Hierve a fuego lento e infusiona
Deja que la leche hierva a fuego lento durante aproximadamente 1 a 2 horas, permitiendo que los cannabinoides se fundan con el líquido. Durante este tiempo, pon ojo al calor y revuelve ocasionalmente para garantizar una distribución uniforme de las hojas. Cuanto más tiempo hiervas, más fuerte será la infusión. Pero ojo con excederte, ya que puede darle un sabor a hierba muy fuerte.
Paso 5: Cuela y almacena
Una vez que estés satisfecho con el tiempo de infusión, retira la olla del fuego y deja que se enfríe unos minutos. Pon un colador de malla fina o un paño filtrador sobre un recipiente limpio y vierte cuidadosamente la leche de cannabis a través de él. El colador atrapará cualquier material vegetal, asegurando una textura suave y cremosa.
Paso 6: ¡Disfruta y experimenta!
¡Felicidades, has logrado hacer leche de marihuana utilizando las hojas grandes de cannabis! Ahora es el momento de dejar volar tu creatividad. Puedes usar la leche de cannabis como sustituto de la leche normal en diversas recetas como café, té, chocolate caliente, batidos, malteadas o incluso como base para postres como helados, flanes, etc. Sólo recuerda considerar la potencia de la leche de marihuana y ajustar la dosis en consecuencia.
Un consejo entre nos: Si no piensas usar la leche cannábica de una, guárdala en un recipiente hermético en el refrigerador. Debería mantenerse fresca durante aproximadamente 3 a 5 días. Si vives con gente que no consuma, etiqueta claramente el recipiente para evitar cualquier consumo accidental. Recuerda, el consumo responsable y el control de la dosis son fundamentales cuando trabajas con productos infusionados con cannabis. Siempre comienza con una pequeña cantidad para evaluar tu tolerancia y sé consciente de los efectos que puede tener.
¡Ahora dale, disfruta tu receta cannábica casera y experimenta con otras que eleven tu experiencia culinaria!
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