Cómo escoger un moledor

La Historia cuenta que las primeras herramientas que fabricaron los humanos fueron hechas de piedra y con el propósito de transformar materiales. Su uso dependía de la fuerza física, pero la aparición de tecnología terminó reemplazando el músculo y fue haciendo la vida más fácil. 

 

Y así sigue siendo hasta el día de hoy, en que tenemos herramientas y accesorios para todo tipo de tareas, desde las más simples a las más complejas.

 

Les cuento todo esto porque hoy  volveremos a las parafernalias, específicamente a un pequeño amigo que, si aún no lo conoces, te hará ganar tiempo (muy valioso en estos días) y disfrutar aun más tu cosecha. Veamos de qué se trata.  

Reduciendo la carga

El Grinder o moledor es una de esas cosas utilísimas que encuentras en tu Growshop y que una vez que lo pruebas no lo sueltas más. Y es que cómo vas a renunciar a un ayudante tan atento que no solo cuida nuestras manos, sino que además transforma la fumada o vapeada en toda una experiencia.

 

¿Te ha pasado que de pronto tienes la hierba entera y se te ocurren los métodos más increíbles para molerla y aún así no logras que el resultado sea uniforme? Y ahí tienes, te cuesta colocarla en el papelillo, no se quema bien en la cazoleta, en fin. Con el grinder adecuado todo podría ser aún mejor.

La tarea del moledor es triturar la hierba y las flores en forma pareja, haciendo que sea más fácil su transporte y utilización, dejando que nos preocupemos de lo más importante: disfrutar de lo que hemos conseguido después del arduo trabajo de hacer crecer nuestras semillas de marihuana.

Tipos de moledores

Moledores hay de distintos tipos, materiales, tamaños, pero todos cumplen la misma función de picar la hierba, manteniendo su calidad y potencia. Los principales diferenciadores que deberías considerar para la compra de un moledor son el tamaño, el peso, el material y la cantidad de capas que posee.

 

Cuál escojas dependerá de tu presupuesto y la necesidad que quieras cubrir. Puedes escoger un moledor pequeño, de poco peso, para facilitar su transporte. Un moledor manual debería bastar para cualquier fumador que requiere triturar una cantidad pequeña.

 

Si lo que buscas es mayor potencia y velocidad, quizás la mejor opción es un grinder eléctrico, pero la desventaja es que necesitas estar cerca de una toma de corriente. 

 

Un buen grinder debe moler la hierba sin pérdidas, manteniendo la calidad y potencia de los cogollos. Su uso evita que nuestras manos toquen los tricomas y que estos se dañen por lo que podremos disfrutarlos totalmente. 

Escogiendo según el presupuesto

Para una molienda eficiente, existen modelos fabricados en cerámica los que hacen que la hierba no se quede pegada en el interior. Se componen de distintos niveles o cámaras que cumplen sofisticadas funciones. La desventaja es que exigen un presupuesto más alto.

 

Ahora, si escasea el presupuesto o quieres probar antes de hacer una inversión mayor, hay alternativas de moledores hechos de plástico, más económicos, pero tienen lo necesario para partir.  

 

Una solución intermedia son los grinders metálicos, en distintos tamaños y colores, que brindan muy buenos resultados. Hay moledores de aluminio que permiten que la hierba permanezca segura en su interior gracias a que poseen cierres magnéticos, esto facilita su transporte ya que además permiten mantener encerrado el olor.

Ya tengo el moledor, ¿y ahora?

Lo primero es coger la hierba y colocarla en el moledor, luego, y dependiendo del modelo,  giras la tapa y presionas cuantas veces sean necesarias, algunos recomiendan entre 10 y 15. Hazlo con cuidado de no dañar el moledor (aquí es donde importa la calidad). 

Al terminar, abres con cuidado y ya, la hierba está lista para fumarla o vaporizarla. Notarás sin duda un aumento en la intensidad del sabor. Una verdadera experiencia para compartir.

 

No olvides limpiar tu moledor una vez recogida la hierba y los cristales de kief, los que dependiendo del moledor quedarán alojados en uno de los niveles especialmente diseñados para este propósito. Algunos moledores más sofisticados proveen de herramientas de limpieza, si no cuentas con ellos, puedes ayudarte de un cepillo fino.

 

Si los residuos de resina te causan problemas, un tip sencillo es congelar un poco el moledor y así se los puedes retirar más fácilmente. 

Adiós a las tijeras

Después de ver lo fácil que resulta todo, verás cómo un buen moledor le gana a la tijera. ¡Para qué hacer esfuerzo de más! Mejor aprovecha el tiempo para darte una vuelta por tu growshop favorito y ver qué nuevas semillas de marihuana podrías agregar a tu colección. Recuerda preguntar también por las semillas a granel para tener en cuenta todas las alternativas.

  

Y sobre el grinder, quien diría que una cosa tan pequeña nos puede cambiar tanto la vida, ¡quizás qué podríamos inventar en una de esas subidas creativas que a veces nos vienen! 

Si se te ocurre algo tan útil y sencillo como un moledor, nos cuentas. Quizás descubras tu nuevo emprendimiento. 

 

¡Feliz semana!

  

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