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Lo primero que debes saber es que el cultivo de cannabis es un proceso delicado que requiere meticulosa atención a los detalles. Además, debes barajar una serie de variables que te harán ir por uno u otro camino. Pero antes, debes tomar una primera decisión como cultivador: ¿indoor o outdoor? Ambos métodos tienen ventajas y desventajas únicas, que pueden afectar significativamente la calidad y la cantidad del producto final. Sin embargo, la decisión no pasa por simple voluntad. Pasa, como es obvio, por el espacio del cual dispones. Ya sea una casa normal o un departamento, si quieres lanzarte al apasionante mundo del cultivo indoor, aquí respondemos la pregunta que te debe estar rondando: ¿Que necesito para empezar mi cultivo indoor?
La ventaja más obvia del cultivo indoor es la capacidad de control que obtienes. Manejar la temperatura, humedad e iluminación te permitirán crear las condiciones perfectas para tus plantas. Y debido a ese nivel de control es que obtienes un rendimiento más alto, un crecimiento más rápido y cogollos de mejor calidad. El cultivo indoor, además, tiene la ventaja de ser posible durante todo el año. ¿Pero qué es lo que necesitas para empezar? A continuación te lo contamos.
¿Con cuánto espacio cuentas?
El primer paso en el cultivo de cannabis en interiores es elegir el espacio adecuado para tus plantas. Debes considerar factores como la temperatura, la humedad, la iluminación y la ventilación. También debes invertir en el equipo adecuado, como luces de cultivo, ventiladores, filtros de carbón, temporizadores y lo más importante, una carpa. ¿Tienes una habitación de 3 x 3 metros? ¿Una más chica, una más grande? Como sea, ese dato será determinante a la hora de escoger una carpa. Las carpas parten con medidas de 60 cms x 60 cms.
¿Qué cepa cultivarás?
Antes de comenzar a cultivar, deberás elegir la cepa de cannabis adecuada para tus necesidades. Considera factores como la potencia, el sabor y el rendimiento. También deberás considerar las condiciones de crecimiento que cada cepa requiere, como la luz y la temperatura. Una vez que hayas decidido qué cepa cultivar, asegúrate de obtener buenas semillas o clones. Recuerda que sativa ofrece una mejor “volada” pero estira harto, mientras que índica es más pequeña pero se adapta mejor al frío. Una híbrida podría ser también una buena opción.
Calidad del suelo
Un suelo de calidad es fundamental para el éxito de tu cultivo de cannabis. Elige un suelo rico en nutrientes y con buen drenaje. Evita usar un suelo demasiado denso o compactado, ya que esto puede impedir el crecimiento de las raíces y reducir el rendimiento. También puedes considerar agregar materia orgánica a tu suelo para aumentar su contenido de nutrientes. Un suelo con una mezcla de materia orgánica que contenga turba, humus y perlita es una opción que asegura buenos resultados.
Control del entorno
El cultivo de cannabis en interiores requiere un control preciso sobre factores ambientales como la temperatura, la humedad y la circulación del aire. Asegúrate de vigilar estos factores regularmente y realizar cambios si se necesitan. Por ejemplo, si tu sala de cultivo está demasiado húmeda, es posible que debas instalar un deshumidificador para evitar el crecimiento de moho. Del mismo modo, si tu sala de cultivo está demasiado seca, es posible que debas agregar un humidificador para promover el crecimiento saludable de las plantas.
Atento con el Ph del suelo
Es importante que midas el pH de tu suelo porque este afecta la disponibilidad de nutrientes en el suelo. Si el pH es demasiado alto o demasiado bajo, las raíces de las plantas no pueden absorber ciertos nutrientes esenciales, lo que puede provocar deficiencias nutricionales y, en última instancia, afectar el crecimiento y la salud de tu planta. El rango de pH óptimo para el cultivo de cannabis es generalmente de 6,0 a 7,0. Si el pH del suelo es demasiado alto (por encima de 7,0), se puede corregir agregando un ácido como ácido sulfúrico o ácido nítrico. Si el pH del suelo es demasiado bajo (por debajo de 6,0), se puede corregir agregando una base como hidróxido de calcio o bicarbonato de sodio. Debes monitorear el ph antes del riego y luego del drenaje.
La iluminación es esencial
Las plantas de cannabis requieren una cantidad y tipo específico de luz para crecer y producir cogollos. Deberás elegir las luces de cultivo adecuadas para tu espacio y las necesidades de tus plantas. Las luces LED de cultivo son una opción popular entre los cultivadores de cannabis en interiores, ya que son eficientes en energía y producen menos calor que otros tipos de luces. El criterio es escoger potencia de acuerdo al tamaño de la carpa. Para una carpa pequeña de 60 x 60 cms un kit de 100 watts estaría ok.
Poda y entrena
Para asegurarte de que tus plantas produzcan excelentes cogollos, necesitarás podarlas y entrenarlas regularmente. Esto implica eliminar hojas y ramas en exceso y entrenar a tus plantas para que crezcan en una forma o dirección particular. La poda y el entrenamiento adecuados pueden ayudar a aumentar tus rendimientos y mejorar la calidad de tus cogollos.
Por ejemplo, si escogiste una sativa, hay un tipo de entrenamiento llamado Scrog. Este método implica el cultivo de un número reducido de plantas, pero de mayor envergadura. Para lograrlo, se utilizan macetas de mayor tamaño que permiten acomodar sistemas de raíces más amplios. La disposición homogénea de la iluminación a través de una malla verde especial, posibilita la producción de grandes cantidades de flores uniformes con tan solo unas pocas plantas.
Finalmente, cosecha en el momento correcto
Cosechar en el momento adecuado es fundamental si lo que buscas son cogollos de gran calidad. Para ello monitorea tus plantas regularmente en busca de señales de madurez, como cambios de color y aroma. Una vez que tus plantas estén listas para la cosecha, asegúrate de secar y curarlas correctamente para maximizar su potencia y sabor.
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