Algunos de los factores más importantes que afectan la duración de la presencia del THC y sus metabolitos en el organismo son la:
Frecuencia de consumo: Cuanto más frecuentemente se consume cannabis, más tiempo tomará para que el cuerpo elimine completamente el THC y sus metabolitos. El uso crónico y repetido puede llevar a la acumulación de THC en los tejidos del cuerpo.
Dosis y potencia del cannabis: El contenido de THC en la weed consumida puede variar significativamente de cepa en cepa. Cuanto más alto sea el contenido de THC y mayor sea la dosis consumida, más tiempo tomará para que el cuerpo metabolice y elimine la sustancia.
Método de administración: Aquí también hay diferencias porque la forma en que se consume el cannabis impacta el tiempo en que el THC permanece en nosotros. Por ejemplo, fumar puede dar lugar a una eliminación más rápida en comparación con la ingesta oral.
Metabolismo individual: La capacidad metabólica de una persona puede influir en la rapidez con que su cuerpo procesa y descompone el THC. Las personas con un metabolismo más rápido tienden a eliminar el THC más rápidamente que aquellas con un metabolismo más lento.
Índice de masa corporal (IMC): El THC tiende a almacenarse en los tejidos grasos del cuerpo. Las personas con un IMC más alto pueden tener una mayor capacidad para almacenar THC en el tejido graso y, por lo tanto, pueden tardar más en eliminarlo.
Nivel de actividad física: La actividad física y el ejercicio pueden aumentar el metabolismo y la eliminación del THC en el cuerpo.
Hidratación: La hidratación adecuada puede ayudar a acelerar la eliminación del THC a través de la orina.
En cuanto a la detección del THC en el organismo, existen varios métodos para hacerlo, y la duración del tiempo que el THC permanece en el cuerpo varía según el tipo de prueba y la frecuencia de consumo de cannabis. Los principales métodos de detección son:
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