a. Temperatura inadecuada
El rango ideal es entre 20°C y 25°C. Con frío, la semilla entra en reposo; con calor extremo, puede morir o desarrollar hongos.
b. Exceso o falta de humedad
La germinación requiere humedad constante, pero no exceso. Si el papel está empapado o el jiffy está muy mojado, las semillas se ahogan. Si están secas, no reaccionan.
Usa un jiffy de turba prensada para mantener la humedad controlada.
c. Agua de mala calidad
El agua con metales pesados, cloro o pH fuera de rango (ideal entre 5.8 y 6.3) puede afectar la activación del embrión.
d. Manipulación innecesaria
Revisar constantemente, abrir el tupper o mover las semillas mientras germinan es uno de los errores más comunes. La raíz es extremadamente sensible y puede dañarse con facilidad.
e. Semillas muy viejas o mal almacenadas
Con el tiempo, la tasa de germinación baja. A partir del tercer año, la viabilidad puede disminuir hasta un 50%. Si fueron almacenadas con humedad o luz, aún más.
Tip: guarda tus semillas en un frasco oscuro, seco y en un lugar fresco (10–18 °C).
f. Uso incorrecto del medio
Sembrar muy profundo, usar tierra compactada o con mala oxigenación puede impedir el desarrollo de la raíz primaria.
g. Falta de paciencia
Muchas semillas necesitan tiempo. Algunas pueden demorar hasta 10 días. Intervenir antes de tiempo, al no ver resultados, suele generar más pérdidas.
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